Cómo y cuándo plantar Nardos

Photo of author

Por Isabel Garrido

Los amantes de las plantas siempre están en busca de los especímenes más coloridos y aromáticos para ampliar su colección. Tratar de escoger entre un sinnúmero de especies puede ser algo traumático al no saber cuál de todos ellos seleccionar. Para remediar estos dolores de cabeza, hoy aprenderás sobre una de las matas más demandadas y conocidas para cultivarse en el jardín: hablamos desde luego de los Nardos.

Las plantas bulbosas siempre resultan una alternativa antes las cotidianas y repetitivas hojas de las plantas. Cuando estas, además de ello, nos deleitan con sus flores, las razones para cultivarlas se duplican al considerar a estos dos aspectos. La amplia paleta de colores que pueden llegar a ostentar nos maravillarán cuando estos florezcan.

Sin embargo, el color blanco siempre es el predilecto ante los coleccionistas de estas matas. Su pureza y peculiaridad la hacen resaltar ante los demás colores hermanos. Sus cuidados solo son los requeridos para cualquier planta así que no deberás preocuparte ni dedicarles tiempo extra para que estas se desarrollen. Si ya te hemos convencido de sembrarlas, continúa por esta travesía para  que descubras todo lo relativo a ellos.

Plantación de bulbos de Nardos

Cómo hacer que el Nardo florezca

Siempre ilustramos a nuestros lectores sobre algunas circunstancias previas a tomar en cuenta a la hora de plantarlos. Si llevas a cabo al pie de la letra estos aspectos, te aseguramos que las posibilidades para que estas te peguen se incrementarán en porcentajes casi seguros. Algunos de estos son:

  1. Terreno: Como toda mata que florece, necesitan de condiciones especiales en el sustrato del suelo para que sus ramilletes prosperen. Por nada del mundo debes cultivarlas en un ambiente al azar. Compra abono de componentes de alto contenido de PH ácido y ara el terreno distribuyendo y combinando este con la tierra del lugar.
  2. Luz: De igual manera, para fomentar que sus capullos con flores nos deleiten, es necesario distribuirlo en una zona en donde los rayos del sol le den de manera directa; de preferencia, tratar  que este lugar sea inundado por esto por al menos 7 horas durante el día. También promoveremos su crecimiento tomando en cuenta este importante aspecto.
  3. Ambiente: Por el contrario, y solo considerando este aporte del punto de vista meramente decorativo, procura que tus especímenes coronen la parte más observable de tu jardín para que, de esta manera, decoren con armonía y belleza el frente de tu casa.
  4. Clima: Así mismo, te decimos que estas plantas soportan de manera muy férrea las variaciones climáticas impetuosas. Sin embargo, esta cualidad solo la poseen una vez que se han desarrollado por completo. Cuando aún están en proceso de pegado, son muy sensible a los cambios. Por esta razón, lo mejor es que adquieras una lona para cubrirlos cuando el clima lo amerite.

Ahora bien, ya que has tomado las 4 previsiones que te acabamos de describir, ya estás preparado para proceder a cultivarlos en el frente de tu jardín. Para ello, te hemos resumido el procedimiento en tan solo 3 prácticos pasos que te resultarán muy fáciles a la hora de seguirlos, estos son:

  • Paso: Primero que nada deberás seleccionar el espécimen ideal para que este logre prosperar. Escoge el que posea solo 2 o 3 bulbos en su estructura, de igual manera, procura que su floración aún no se haya producido. Lo ideal es que los plantes una vez lo hayas adquirido, por ello, apenas lo tengas, corre a tu huerta y prosigue con el paso 2.
  • Paso 2: Las plantas bulbosas son algo caprichosas con sus vecinas. Por esta razón, trata de situarlas en una zona en donde no compita con otras de su clase. Los agujeros en donde los sembrarás no deben superar los 7 centímetros de profundidad. En el mismo sentido, y si es que planeas plantarlos en hileras, hazlo con una distancia entre cada hoyo de unos 15 centímetros.
  • Paso 3: Luego de esto, introducelos distribuyendo bien sus raíces en los agujeros; cúbrelos con el sustrato que te hemos recomendado, comprime bien la zona, riégalos y ¡listo! Ya tendrás tus primeras matas de esta flor tan peculiar, ahora es tiempo de que conozcas sus respectivos cuidados.

Cuidados esenciales de estas plantas

Superado con efectividad los 3 pasos anteriores, es hora de otorgarle sus debidos manteamientos para lograr que estas no peguen y, aún más importante, permitir que sus ramilletes florezcan cuanto antes. Los principales son.

  1. Riego: Este aspecto es fundamental para promover que la planta nos prospere. Cada 2 días deberás regarlas sin falta con abundante agua rociando toda la estructura de la mata, esto lo deberás hacer durante los primeros 2 meses de vida. Pasado este tiempo, puedes reducir su riego a 2 o 3 veces por semana.
  2. Abonado: Pese a lo que la mayoría piensa, estos especímenes no deben ser abonados. Se las suelen arreglar muy bien solos en este sentido. Pero, si crees que tu Nardo necesita un par de vitaminas extras, puedes comprar el fertilizante con menos PH que encuentres y suministrárselo en solo un oportunidad
  3. Poda: Por otra parte, deberás podarlos una vez haya transcurrido su primera floración. Esto paso es muy importante si deseamos que se produzcan nuevos y subsecuentes ramilletes.

Control de plagas y enfermedades de Nardos

cuándo plantar Nardos

Afortunadamente para nosotros, las plagas y enfermedades que suelen atacar a las plantas no sienten una mínima atracción por estos especímenes. Solo deberás preocuparte porque no crezcan malas hierbas en su periferia que le puedan estar quitando los nutrientes que ella amerita para crecer. Poda toda la zona y mantenla siempre limpia y tus matas lucirán prósperas y saludables durante todo el transcurso de su vida.

Consejos y recomendaciones adicionales

  • Si bien es cierto que podemos cultivarlas en cualquier momento del año, te recomendamos que las siembres a principios de otoño para que, y si es que la hemos cuidado detenidamente, nos florezcan al apuntar la primavera.
  • Sus flores son ideales para adornar un centro de mesas o cualquier otro lugar que creas conveniente armonizar, pues suelen durar intactas pasadas incluso las 24 horas de haberlas cortado.